8.27.2010

Capítulo 15

El viaje desde su casa a la Bombonera tardó aproximadamente una hora, y durante el transcurso del mismo, la cabeza de Agustín parecía una olla a presión. Todas sus ilusiones y sus sueños estarían por volverse realidad, y más allá de saber que compartiría la concentración con sus ídolos, Agustín tenía todavía el sueño de poder jugar en Boca, ya que con la firma del contrato lo podría hacer. Ese sueño, claro está, era más que imposible, ya que el entrenador, el mismísimo Carlos Bianchi, ni loco lo pondría en la cancha, pero la ilusión para Agustín, aunque bien dentro de su corazón, existía.

El remís ya había llegado y después de pasar ciertos controles, Agustín ya se encontraba dentro de la Bombonera. El hall del tercer piso donde estaban las oficinas era gigante. Las paredes eran blancas y de todas colgaban cuadros con los momentos más recordados de la historia Xeneize. A Agustín le pidieron que esperase en un sillón enorme que estaba entre la oficina de tesorería y la del Presidente del club. Allí, Agus se sentó esperando a que alguien fuera por él.

A los diez minutos Ana apareció y después de saludarse con un beso, ella le pasó a explicar los pasos a seguir para esa tan ansiada mañana.

Primero, Agus tendría que firmar el contrato y después irían para la cancha para hacer las entrevistas, pero lo que no sabía Agustín era que el contrato lo tendría que firmar, nada menos que con el Presidente del Club.

_ “¿Estás listo para la firma del contrato?”, le preguntó Ana entre risas, “entonces vamos que nos espera el tesorero y el Presidente”.

Agustín no lo podía creer, tanto estaba pasando para que el pudiese cumplir su sueño.

Ana golpeó la puerta de la oficina presidencial y ahí mismo el tesorero y el presidente ya los estaban esperando con el contrato listo.

Después de saludarse cordialmente, Agus tomó asiento en una silla que se parecía más a un sillón de lo cómoda que era. El Presidente pasó a explicarle que el contrato duraría un mes, ya que era el mínimo establecido por la A.F.A. y que él esperaba que su paso por el club fuese de lo más agradable.

_ “¿Tenés alguna duda Agustín sobre el contrato?” Le preguntó el Presidente.

_ “No señor, solo dígame dónde tengo que firmar y lo firmo ya”. Le respondió algo nervioso Agustín.

_ “Tenes que firmar acá y acá. Vos quedate tranquilo que Ana se va a ocupar de vos en todo lo que respecta al concurso. Vos sólo tenés que disfrutar de todo lo que te va a pasar, ¡y vamos a ver si nos traes suerte y salimos campeones!”

_ “Gracias señor”, fue lo único que Agustín pudo decirle.

Pasada la firma del contrato, Ana lo invitó a Agustín a retirarse para que el Presidente siga con su trabajo.

Agustín ya era jugador profesional del Club, su sueño de chico, aunque por un mes, ya se había hecho realidad.

2 comentarios:

  1. muy bueno pelu

    lucas

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  2. Yyyy... Yyyy...???

    Dale, dale que lo quiero ver en la cancha...!!!

    Big Foot

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